ADORANDO EN ESPÍRITU Y EN VERDAD parte 6

ADORANDO EN ESPÍRITU Y EN VERDAD
PARTE 6
COMO SE ADORA





Juan 4
23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

La manera en que adoramos ha de ser en espíritu y en verdad, que es conociendo a QUIEN y COMO;

¿Cómo adoraremos?
Todas las doctrinas dicen lo mismo de lo que está escrito en Job y decimos que queremos o venimos a adorar y que a Dios le puedo adorar con mi carne, y no con mi espíritu.

Job 11:
4 Tú dices: Mi doctrina es pura, Y yo soy limpio delante de tus ojos.
¿Pero que es adorar con la carne? Es cuando tú das algo con la condición de que Dios te ponga en lugares altos. Y no te interesa realmente glorificar a Dios en tu cuerpo, sino que el cumpla todos los deseos de tu corazón; aun que Dios lo hace, el problema es la motivación que a ti te impulsa ha adorar de una manera egoísta.

Pero todo esto sucede porque no conoces la hermosura de su santidad, la belleza de su grandeza.

Yo hago una pregunta ¿será que los ángeles y todos están esperando algo a cambio por la adoración que hay de continuo en su trono?

Gálatas 2
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Por eso la importancia de morir, porque mientras en mí haya avaricia, deseos de grandeza, el cumplimiento de todos mis caprichos. No entenderé la verdadera adoración.

Y no es que para adorar debemos ser unos miserables, y mendigos, sino que lo que nos debe mover es que el padre sea glorificado; no solamente con tus palabras y tu obediencia, sino que cuando estés en lugares altos, des a entender a los que te rodean que Dios te puso hay, y que te levanto, que lo que tú sabes es porque todo viene de él, que es genialidad para hacer las cosas es porque el PADRE te dio todo

Adorar es lograrse separar de todo elogio propio, para que el que no te vea a ti, sino al padre

Juan 6
46 No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.
47 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.

Juan 14
9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
10 No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

Satanás trata de impedir con toda su astucia, que lleguemos a adorar al Padre en espíritu y en verdad, porque el Padre busca adoradores verdaderos.

La importancia de entender a donde quieres llegar.

Satanás trataba de apartar al Señor Jesús de la adoración a Dios.

Para conseguirlo, llevó al Hijo de Dios a un monte alto y le mostró todos los reinos de este mundo y su gloria, diciéndole:
Lucas 4:
5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra.
6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.
7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos.
8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.

Pero el Señor Jesús lo rechazó mediante las siguientes palabras: "...escrito está: al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo servirás".

Lo que se expresa en el fondo, es la gran lucha en la que estamos nosotros. Donde a diario se nos muestra, es lo grandes que son los hombres y la gloria que tienen, aun con los mismos hombres de Dios que son puestos arriba, pero no buscar que el padre sea grande en mi.

Satanás se nos presenta bajo distintos disfraces, para lograr que adoremos a otra cosa antes que al Señor.

Sobre todo, trata de seducir a los hijos de Dios para llevarlos a la práctica de una religión según sus propias concupiscencias o deseo de vanagloria. Trata de seducirnos con los espejismos y la gloria que tiene este mundo; porque este mundo tiene glorias, pero esas son pasajeras.

¿Qué hicieron los fariseos en la época del Señor Jesús?
Adoraron su religión, y no al Hijo de Dios. Mucho menos al Padre, aunque decían que tenían plena claridad de lo que hacían.
Y la confusión religiosa que se aparta de los principios bíblicos de la palabra, lleva solo a adorar demonios.

Una manera de probar a quien adoramos es sencilla:
Cuando hablamos o pensamos así:

Yo quiero que Dios me bendiga, que me saque de este problema, que me sane, que Dios me de todos los deseos de mi corazón.
Tu estas buscando es la gloria tuya, mas no la del padre. Porque cuando el padre este mas que tus necesidades y tus deseos, tu experimentaras la gloria de Dios en tu vida

Otra manera de saber que tú buscas tu gloria; es la manera en como reaccionas frente a los problemas, porque si tu estado de ánimo cambia de acuerdo a como te vaya y a las cosas materiales, o a la posición económica que tienes, tú te adoras a ti y no al Padre.
Porque si tú dices estoy triste porque todo me sale mal, porque no tengo nada, es porque realmente no tienes nada, o sea no tienes lo único que te llenara; y ese es el Padre de la gloria.
Porque el Padre busca verdaderos adoradores.

Habacuc 3
17 Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales;
18 Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
19 Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar. Al jefe de los cantores, sobre mis instrumentos de cuerdas.