CUANDO TE ENFRENTAS AL DESIERTO

CUANDO TE ENFRENTAS AL DESIERTO

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Lo que voy a escribir se que estremecerá tu corazón y entenderás el por qué del desierto.


y que es para:

Como referencia voy a tomar la vida de Eliseo.
Cuando Eliseo empieza su ministerio de poder. En el momento en que Eliseo tomó el manto de Elías.

Segunda de reyes 2:8. Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos por lo seco.
Segunda de reyes 2:14. Versión reina Valera 1960.
Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo.: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.

Segunda de reyes 2:14. Versión latinoamericana.
Tomó el manto de Elías y golpeó el agua con él, pero ésta no se dividió. Entonces dijo: "¿Dónde está el Dios de Elías, dónde?" Y como volviera a golpear el agua, ésta se dividió en dos, y Eliseo atravesó.

Acá Eliseo recibió la promesa de la unción. Pero empezó mal, por que cuando golpeó las aguas, las golpeó a su modo. Porque después dice que volvió a golpear las aguas con el manto, pero como lo hacía Elías. Doblando y golpeando de la misma manera.

• Que quiero decir con esto. Que las promesas de Dios no te alcanzarán y no te funcionarán, hasta que no aprendas a hacer las cosas a la medida, y a la manera de Dios.

• Que el solo respalda sus palabras tal cual como el las dijo.

• Que Dios solo se mueve por sus propias reglas y no a nuestro capricho.

• Que nadie puede innovar el evangelio puro y perfecto de Dios.

• Que el manto de poder no es al capricho tuyo, de cómo lo quieras usar, sino al de quien lo diseñó para gloria de su reino.

• Que la medida del evangelio de hoy debe ser la misma que la de las viejas tablas arcaicas que recibió Moisés.

• Que el diseñador de la palabra es DIOS. Y no tendrás la victoria que tanto anhelas, hasta que no golpees con la misma medida del evangelio y el mismo nivel de santidad que él ha exigido y exigirá.

• Que el que quiera innovar el evangelio de Dios se verá ante el fracaso. Y solo relucirá la emoción del momento, pero no se te abrirá el Jordán, para que pases al otro lado.

• Que aun que golpees mil veces el Jordán de tu problema, nunca pasarás al otro lado, hasta que no te dejes enseñar a la manera que Dios lo dejó en su palabra.

Por eso es tan importante el desierto, para que te des cuenta que las cosas en el reino de Dios nunca serán a tu manera, ni con tus fuerzas y mucho menos con tus conocimientos y experiencias.

Y que el desierto jamás será el mismo para todos. Pero si será a la medida de tu ignorancia de quien es Dios y de cómo EL hace las cosas.
Para esto es el desierto. Aun que yo lo llamaría la universidad de Dios. Porque satanás aprovecha mucho esto para engañarnos, y hacernos pensar que somos simplemente lo que Dios un día desechó. Que nunca escucha y que tu no vales nada para Dios. Que por eso es que estás ahí. Porque tienes que pagar el precio. Cuando su palabra dice que el ya pagó todo. Y que lo único que mi Padre quiere es llevarnos al nivel de su estatura. Para que seamos hallados sin mancha y dignos de ser llamados administradores sabios. Para llevar a las naciones un evangelio puro y sin mancha, para que el nombre del ALTÍSIMO, sea exaltado sobre todo pueblo, lengua y nación.

En el desierto no me pidas ver nada de lo que quieres ver, por que en el desierto no hay nada.
En el desierto no me pidas descanso, porque no hay donde descansar.
En el desierto no me pidas sombra porque no hay donde hacerse sombra.
En el desierto solo me encontraras a mí. Y solo cuando me aprendas a ver. Entonces yo seré todo lo que tú quieras ver.
Y cuando yo sea todo lo que tú quieras ver, entonces yo seré tu descanso, tu sombra y tu guía, en la oscuridad de tu alma, para llegar a la tierra que te prometí que te iba a dar. Y entonces allí me glorificarás.


Por eso es más importante tu estado que tu posición.

Porque Dios te enseñará a tener un estado perfecto delante de EL sin importar nunca tu posición.

Para conocer el estado en que estás, solo tendrás que pasar por el desierto. Pero no para ser juzgado sino para ser transformado como lo fue Naamán:

Segunda de reyes 5 1al6. Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso.
Y de Siria habían salido bandas armadas, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel a una joven, la cual servía a la mujer de Naamán.
Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.
Entrando Naamán a su señor, le relató diciendo: Así y así ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel.
Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré cartas al rey de Israel. Salió, pues, él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos.
Tomó también cartas para el rey de Israel, que decían así.: Cuando lleguen a ti estas cartas, sabe por ellas que yo envío a ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra.

Dos situaciones contrarias;
• Naamán tenía Posición, pero no estado.
• La joven que le servía tenia estado, pero no posición.

En el desierto se conocerá tu verdadero estado delante de Dios. La posición de Naamán era buena, porque era general y podía lucirse delante de los hombres, pero por dentro estaba podrido. Mientras que la posición de la joven era mala, pues era esclava de Naamán. Pero su estado era perfecto, porque;
Aun que Naamán la había hecho esclava, había matado a su familia, la saco de su tierra y destruido todo los sueños de ella. Ella le servía de corazón.
¿Y como se sabe que le servía de corazón?
Por el consejo que ella le dio; “Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra”. Otro diría; que se pudra. Ese es castigo de Dios por hacerme lo que me hizo. Bien merecido se lo tiene por tocar a un hijo de Dios. Y así le citaríamos todos los juicios de Dios escritos en su palabra. (Ahora entiende por qué el manto de poder no se dobla a nuestro capricho. sino a la forma del que lo diseñó.) Pero aquella joven que ni su nombre está escrito, tenía el perfecto estado que Dios quería verle. Porque de lo que hay en el corazón eso habla la boca.

¿Por qué Dios veía que su estado era perfecto?
Por que cuando ella habló, Dios la respaldó. Acaso qué general siendo tan importante, como lo era Naamán le pondría cuidado a las palabras de una simple esclava. Que llegó al punto de ir delante del rey y decir; Así ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel. Y le dijo el rey de Siria; Anda, vé, y yo enviaré cartas al rey de Israel. Y más aun que el mismo rey se tomara el trabajo de escribir recomendaciones al rey de Israel para que lo sanaran. Y todo esto sin preguntar y sin dudar la palabra de una simple esclava.

Por eso tu desierto se alarga muchas veces.
Porque te la pasas buscando posición. Que te reconozcan lo que tú has sufrido. Que te pongan medallas de honor, cuando hagas algo para alguien. Que te aplaudan por tu posición aun que tu estado este podrido delante de Dios.
Pero solo hasta cuando aprendas a tomar decisiones correctas, a depender del Altísimo, a hablar como El quiere que hables, a ser de nuevo como en el original.
Porque es lo que Dios busca en ti. No humillarte sino llevarte a la medida de EL. Que entiendas que es llevar el reino de Dios en ti. Entonces Dios cambiara tu posición de desierto, por la tierra prometida. Porque el siempre la cambia cuando tu estado llega a ser perfecto delante de el. Y todo esto lo hace porque te ama, y porque eres su hijo.

Te imaginas nada más que se te hiciera realidad en ti, lo que Jesús dijo.

Mateo 17:20. Jesús les dijo; Por vuestra poca fe, porque de cierto os digo, que “si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible”.

Imagínate tú con resentimientos, venganzas, codicia, rencor y envidia en tu corazón. Y con un grano de fe. El daño tan terrible que podrías hacer.
Para eso es tu desierto. solo para que tengas la preparación, y la madures de poder ser buen administrador de las promesas y los dones que hay en ti. Esto es dominio propio.
Por eso es que hemos visto cantidad de gente que nunca se le cumplieron las promesas y solo anduvieron en el desierto toda su vida.

Ten cuidado de tener siempre todo lo que necesites cuando la vida te lo pida, pues si no lo tienes cuando ella te lo pida, ella misma te lo va a dar, pero te lo va a cobrar muy caro.

Tú no puedes amarte si tú no sabes quién eres, y no puedes amar a Dios si lo conoces mal.

Cuando te enfrentas al pecado, es cuando te muestras quien eres.
Cuando te enfrentas al DESIERTO, es cuando muestras el estado que tienes.