HÁGASE TODO EN ORDEN

HÁGASE TODO EN ORDEN




1 Corintios 14
40 pero hágase todo decentemente y con orden.

1 Corintios 15
1 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis;
2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.

Si el grano no cae a tierra

Conoces lo suficiente a Dios como para entender por qué pasan las cosas o como para resistir lo que no entiendes.

La pasión por conocerlo a él, es más importante que la programación que haces para asistir a una iglesia.

Y confundimos un hábito o una costumbre por asistir a una iglesia con buscar de Dios.

Por eso la palabra ‘programa’ y ‘programando son frecuentes en las personas que asisten a la mayoría de las iglesias de estos días, y no es porque se nombren sino porque se aplican.

Cuál es la razón de esto
La pérdida del primer amor.

Apocalipsis 2
1 Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:
2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.
4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.

Muchas veces llevamos una vida cristiana programada por hábitos y no por pasión

Ej
¿Cuantas personas sienten pasión por lavarse los dientes?
Pero si no se los lava; todo el día se va a sentir incómodo.
Lo mismo llega a suceder en nuestra vida espiritual. Que la hemos convertido en hábito

Es que no somos líderes de nuestra propia vida sino seguidores de líderes.

Me refiero es a que esperamos que alguien nos haga feliz, nos lleve al puesto de gerente que queremos, que nos haga ricos

Y todo por que llegamos a conocer la religión mas no al padre.

Si no vienes a la iglesia te sientes mal pero si bienes no importa la actitud con que vienes. Ya que esta el hábito de asistir mas no la pasión por conocerle más.


Cuando comparamos nuestras reuniones actuales, cuidadosamente programadas

Leemos, cantamos predicamos, pero solo nos limitamos a eso y como dijo un hombre “es una palabra hermosa, es un canto hermoso, pero no nos interesa tener al padre.
Una cosa es conocer lo que escribió alguien a conocerlo personalmente.”.

Así llegan a ser nuestra búsqueda por Dios; tenemos un servicio altamente condimentado y entretenedor, pero solo quizás es un bonito ejemplo de la programación maestra –pero no es un servicio cristiano donde Cristo es la razón por la que nos reunimos.

Hágase todo en orden
Una cosa es hacer algo y otra es el orden.

Son dos son cosas separadas en casi todo lo esencial.
Solo hay una única cosa que tienen en común, es la reunión de personas en un mismo lugar.

Hay similitud al comienzo, pero al final solo se ven grandes diferencias.

Una cosa, el objeto de atención no es el mismo en las dos reuniones.

Llegamos a reunirnos con diferentes estrategias pero solo se convierte en un servicio de comunión, mañana de oración, reunión evangelista, reunión de oración o alguna otra reunión pero que no reúne la razón del porque estamos reunidos como verdaderos cristianos,

el centro de la atención siempre es cristo.

“donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos” (mateo18.20).


Estas palabras de nuestro señor ponen el modelo de las asambleas de cristianos.

Una característica que marcaba las reuniones de cristianos fue la preocupación de los creyentes por su señor.

Pera cada uno de nosotros solo se fue conducido en una atmósfera de gran dignidad y profunda reverencia.

Hablaron de Dios, de cristo y del espíritu santo, de las escrituras y de los hombres consagrados que habían arriesgado sus vidas por el nombre del señor Jesús.

Después lamentablemente redactaron una carta de instrucciones que enviaron a otras iglesias.

El punto importante aquí es que estos procedimientos se llevaron en una atmósfera de adoración cristiana. Pero ellos perdieron la esencia del hacer las cosas en orden. Perdieron la razón del orden
Ya no venían por el señor sino por el habito y el orden.

El libro de hechos es un registro de evangelismo y actividad misionera, pero la presencia siempre estuvo allí, nunca por un momento los primeros cristianos hicieron algo por olvidarlo.

Los discípulos nunca hicieron grandes programas para atraer a las multitudes. Ellos contaban con el poder del espíritu.

Ellos dirigían sus actividades a cristo y se contentaban sea que ganaran o perdieran pero lo importante era estar con él.

El solo hecho de que ellos hicieran un evento “programado” y usar a Jesús como un un tema nunca pasó por sus mentes. Para ellos cristo lo era todo no solo su tema de conversación.

Para ellos él era la razón por la cual giraba todo alrededor, él fue y sigue siendo el alfa y omega, el principio y fin.

Cristo fue todo en la mente de los primeros creyentes, este hecho no solo dictaba su conducta sino también sus actitudes en todo lugar.
Su humor, su conducta, sus expectativas brotaban de su convicción inocente de que Jesús estaba en medio de ellos como señor de la creación, cabeza de la iglesia y sumo sacerdote.


Ahora abiertamente solo llevamos una agenda programada asta para asistir a un servicio.

el punto que quiero dar aquí, es que en nuestros tiempos el programa ha sustituido a la presencia de Dios y la pasión por el solo a llegado a una lectura, una oración, un canto y una reunión.

El programa, en vez de la gloria del señor es el centro de la atracción.

Así la iglesia del evangelio más popular en una ciudad es la que ofrece el programa más interesante, es la iglesia que presenta las mejores características de diversión para el público.

Estas características se programan para que todo se mueva y todos estén a la expectativa.

La maldad de todo esto yace en su efecto en los cristianos y las iglesias por todos lados.

Aun cuando las personas honestamente desean servir a Dios, después el modelo que nos muestran en la montaña, se desilusionan por la sustitución de la presencia por el programa, resultando en que ellos nunca se vuelven cristianos maduros.

Sus apetitos se corrompen y el sentido de sus valores espirituales disminuye al inicio de sus vidas religiosas.

Muchos de ellos van año tras año totalmente inconscientes de que el programa que van a ver y oír cada domingo no es algo cristiano, sino un concepto muerto impuesto sobre las iglesias por personas celosas pero descarriadas.

Haremos a nuestras iglesias mucho bien si cada uno busca cultivar la presencia en ves del programa y un servicio.