VESTIDOS DE LINO FINO

VESTIDOS DE LINO FINO




Por lo regular cuando llegamos al evangelio siempre nos enfocamos en lo que Dios nos exige para que podamos pertenecer al reino. Pero lo que se nos olvida es lo que Dios ha preparado y provisto para que cada uno de nosotros seamos parte del reino.

Y todo es por que perdemos el orden del evangelio y solo nos dejamos llevar de normas y normas.
Pero para lograr entender como centrar el evangelio debemos entender cómo ve Dios a su iglesia.

Apocalipsis 21
2 Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.

Apocalipsis 21
7 Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.
8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.
9 Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.

Una de las cosas que vemos en un matrimonio es que la novia jamás se pone un vestido de novia sin estar primero enamorada.

Por eso es que el evangelio no nos funciona. Porque esta desenfocado y fuera de orden.

Y eso se debe a que hemos sacado al esposo del lugar que le corresponde, lo hemos sacado de la iglesia. Y muchos de nosotros nos hemos convertido en la suegra metida.
Y por eso es que no vemos nada; no vemos verdaderos cambios, prodigios, milagros, etc.
O nos hemos convertido en el amigo que quiere adueñarse de la novia o que cree que el sí sabe lo que el novio quiere de ella.

El novio solo quiere que ella lo ame, no que le cocine, le planche, le lave, etc.

Juan 3
29 El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido.

¿Pero que es lo primero que alguien enamorado quiere de la persona a la cual ama?

Que aprenda cuáles son los deberes y obligaciones que va a tener, o enamorarla y mostrarle que es el partido perfecto. Que con él lo va a tener todo.

Alguno de los que se ha casado le dijo a su esposa antes de casarse las obligaciones que tendría si quería casarse con él.

El matrimonio es cierto que tiene obligaciones, pero un hogar no se basa en las obligaciones sino en el amor.

Cuantas esposas no han preparado su primer desayuno quemándolo. Pero fue tal vez uno de los mejores recuerdos para los dos. Y todo porque estaban enamorados.

Por eso cuando dice se vistió de lino fino, fue porque primero él la enamoro.

Por lo regular la esposa una de sus tareas por no llamarla obligación es planchar.
¿Pero qué es lo único que hace sustentable esa tarea?
Ya no es el amor que le tiene solamente ella. Sino lo que hace el esposo por ella. No la retahíla de consejos de la suegra y amigotes metidos.

Y aquí es donde debemos poner orden y centrar el evangelio.

¿Cuántos de nosotros podemos dar vida eterna, o sanar, o hacer milagros por nosotros mismos?

Juan 14
2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

Entonces la pregunta es
¿Para ti seguir al señor en que se a convertido? ¿en obligación o un placer?

Las palabras sabias no se pueden hablar, solo demostrar. Igual que en el amor no se puede enseñar, solo demostrar.

Permítele a Dios no a un hombre, no a una congregación, no a una doctrina, no a un pastor cuanto él te ama, y cuando descubras cuanto Dios te ama te querrás vestir de lino fino. A partir de ese momento las obligaciones no serán una carga que no se pueda llevar.

Por lo tanto a quien quieres tú en tu vida para amar, honrar, respetar y adorar todo el resto de tu vida.

Entonces no dejes que una iglesia, un hombre, un pastor, un vecino te conquiste.
Dile: señor si quieres que me vista de lino fino conquístame tu señor Jesús.