EL CORAZÓN Y LOS SACRIFICIOS
El propósito por el cual se ofrecía el sacrificio era parte de la obediencia y la fe con que se realizaba el acto mismo.
Una persona que cumple con un acto correcto, pero con un propósito incorrecto, es tan desobediente como la persona que lleva a cabo el acto equivocado, o lo mismo que el que no hace nada.
Es esencial obedecer a Dios a la manera bíblica. Jesús dijo: "El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama" (Jn 14:21).
En el Antiguo Testamento, el que ofrecía un sacrificio, no sólo tenía que entender la clase de sacrificio que traería, sino que también debía entender el propósito específico del mismo, y lo mas importante saber si Dios había ordenado ese sacrificio, o esa ofrenda.
en 1 de Samuel, dice que el Rey Saúl quería agradar a Dios con sus sacrificios de animales, pero ya había desobedecido Su Mandamiento. Él le habló a través de Su siervo Samuel:
1 Samuel 15:22
"Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.
Estas palabras son una amonestación para nosotros hoy. Por eso puede que estés dispuesto a bautizarte, pero no a obedecerle. Puede que esté listo para hacer muchas buenas obras. Pero puede suceder que estemos ofreciendo sacrificio como Saúl.
Pero si no estás listo para obedecer los mandatos de Dios en tu corazón, entonces Él no podrá aceptar tus ofrendas y sacrificios.
Israel tenía varios sacrificios y propósitos para sus ofrendas. Dentro de estas mencionaremos algunas (leer libro de levíticos)
1) el holocausto (Levítico 1);
2) la ofrenda de grano (Levítico 2);
3) la ofrenda de paz (Levítico 3);
4) la ofrenda por el pecado (Levítico 4); y
5) la ofrenda expiatoria (Levítico 5).
Había otras ofrendas, como la de la consagración de sacerdotes.
Cada ofrenda había de ser de cierta clase; cada una tenía un propósito específico.
El propósito de la ofrenda era parte necesaria de la misma. La persona que pecaba sin intención tenía que traer un animal “por su pecado que cometió” (Levítico 4.28).
Ésta podía traer ofrendas para otros propósitos, pero en caso de la ofrenda por el pecado, tenía que sacrificarla por el pecado que hubiera cometido.
El ofrecer sacrificio, tan sólo porque Dios lo había mandado, no sería suficiente.
El sacrificio había de ser ofrecido por el pecado que se había cometido.
El que así hacía, no estaría obedeciendo a Dios por ofrecer sacrificio, sino que lo estaría desobedeciendo, por no hacerlo por el propósito correcto.
Por eso es importante la actitud del que ofrece un sacrificio y como lo ofrece. Dios no mandó el sacrificio para que fuera un ritual y ceremonia vacías, como una simple cuestión de obediencia, sino con el propósito de que manifestáramos en lo físico lo que vivimos en el mundo espiritual.
Los que no entendían y no estaban involucrados desde adentro del corazón no podían ofrecer la respuesta que Dios ESPERABA DE ELLOS. Ni tampoco recibir la respuesta que Dios tenia para ellos.
Dios no se agradaba del sacrificio en sí, sino que espera es un espíritu quebrantado y un corazón contrito dentro del que ofrece el sacrificio u ofrenda:
Salmos 51.16–17
Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; No quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; A l corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
Una característica que implica que todo lo que yo hago es con un corazón contrito y humillado, es que entenderé lo que el Señor Jesús hizo en la cruz por mí; que siendo inocente, se hizo culpable por causa tuya y mía.
Son muchos los pasajes que enseñan que Dios no se agradaba con el sacrificio por el sacrificio mismo, sino que desea el sacrificio que se hace con la intención, la actitud, y la pasión correcta en el corazón.
(Para quienes quieran estudiarlos estos son algunos: Salmos 40.6-8; 51.16– 17; Isaías 1.10–14; 66.3; Jeremías 6.19–20; 7.22–23; Oseas 6.6; Amós 5.21-24; Miqueas 6.6–8).
Si tú andas 100 Km. Para entregar una ofrenda; pero cuando llegas a entregarla; lo que entregas no sirve. Tú no lloraras por la ofrenda, sino por los 100 km. Que perdiste trayéndola.
“He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,…”
(Salmos 51.6
6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
7 Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Lo que Dios deseaba era el sacrificio del corazón, en el cual había la verdad íntima.
El objetivo principal de Dios en la obediencia de corazón, es enseñar a cada uno de Sus hijos cómo ser perfecto, como Él es perfecto.
Dios es amor
1Juan 4:
6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.
7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
. El amor perfecto de Dios es en todo y en todos. La expresión perfecta de ese amor se encuentra en:
Juan 15:
9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
12 Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
17 Esto os mando: Que os améis unos a otros.
18 Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.
19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.
Esta secuencia de amor es el factor determinante del sacrificio del Señor Jesús. Y también en el cómo y dónde está el principio de todo lo que yo haga para Dios.
Pero recuerda, el mundo aborrece o desprecia lo de Dios.
¿Y que es despreciar?
Es tener en poco la venida de Cristo para darlo todo por ti, y tener en poco su palabra, por eso ten cuidado cuando hablas mal de la palabra, ya que te conviertes en el aborrecedor y no en el aborrecido.
El sistema de sacrificios fue establecido para apuntar siempre hacia Cristo, no hacia el hombre. Ya que nadie ni nada podía redimir al hombre de su pecado. Solo Cristo.
Por eso ten cuidado de las doctrinas que te enseñan que solo por guardar la ley eres salvo.
Hebreos 10
26 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,
27 sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
28 El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.
29 Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.
31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
Hebreos 10
8 Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley),
9 y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último.
10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.
11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;
12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,
13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;
14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
Por lo tanto si creemos que por causa de mis sacrificios y ofrendas es que soy limpio, tengo la sangre de Cristo por inmunda, porque el único sacrificio acepto es un corazón contrito y humillado delante de Dios.
Por lo tanto debemos entender el propósito del bautismo en mi; y es que debe ser sencillamente una demostración externa de un sentimiento interno. Para que lo que yo soy en lo secreto, sea manifestado en lo público por Dios.
Hechos 7
41 Entonces hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en las obras de sus manos se regocijaron.
42 Y Dios se apartó, y los entregó a que rindiesen culto al ejército del cielo; como está escrito en el libro de los profetas: ¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios En el desierto por cuarenta años, casa de Israel?
43 Antes bien llevasteis el tabernáculo de Moloc, Y la estrella de vuestro dios Renfán, Figuras que os hicisteis para adorarlas. Os transportaré, pues, más allá de Babilonia.
Romanos 12
1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
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