CONOCIENDO LOS PRINCIPIOS DE AUTORIDAD parte4

CONOCIENDO LOS PRINCIPIOS DE AUTORIDAD




Juan 17
24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.
25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste.
26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.

REQUISITOS PARA ESTAR EN EL LUGAR DONDE EL SEÑOR ESTA.
Lucas 24:
49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.

El que da cuentas, es el que sabe que su vida no es para desperdiciarla, y el que sabe esto, sabe que tiene que ser guiado por el Espíritu de Dios, para tener poder, y sabe esperar en él, es lo mismo que dijo pablo.

Romanos.1
16 No me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree,

Nuestro verdadero potencial como hombres y mujeres de Dios solo se puede desarrollar y expresar solamente a través del Espíritu Santo.
Y para que el espíritu santo este en nosotros; nosotros debemos ser templo del Espíritu Santo.

1 corintios 6
19 O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Para entrar a ver la gloria de Dios es un solo camino y es muy angosto


MATEO 7
13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;
14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?

Porque sin el Espíritu Santo como sello de que somos verdaderos, no participaremos de la gloria de Dios.

MATEO 7
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.


Todo esto lo dice a raíz de que el hombre, no es dador sino recipiente.
Ya que nos describe como vasos, como vasijas de barro.

Pero el hombre es descrito de una manera tan diferente a partir del capítulo tres de génesis.
Desde la planta del pie hasta la coronilla el hombre ha sido tan destruido por el pecado que nada de él ha quedado intacto.


Todo lo que procede del hombre lo describe en:

Génesis 6.
5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.

Por lo tanto le restauración para el hombre tiene que ser absoluta.

El hombre en su caída en el pecado no quedo enfermo, sino un muerto.
Fue tanto el daño que el hombre recibió que hasta Dios mismo tuvo que echarlo del paraíso.

La única solución era una resurrección espiritual, un génesis, un nuevo nacimiento, pero el hombre por sí solo no puede resucitar, sino que se requiere de alguien que pagara por el pecado y tuviera poder para dar vida.

Pero todo proviene de Dios, y como el hombre lo había perdido todo; Dios tuvo que enviar a su hijo.

¿Qué aporta el hombre para su salvación y vida eterna, para ser bendecido?
Nada. Solo su pecado, como la historia del hijo prodigo cuando regreso a su padre. No aporto nada para que su padre lo restaurara.

Por lo tanto para que el hombre tenga nuevamente autoridad sobre todo lo que en el principio se nos entregó, tiene que nacer de nuevo, pero en todo.

El nuevo nacimiento no es una renovación de una vieja vida llena de pecado. No es una mejora de comportamiento social.

Es total y únicamente el acto de Dios, con el poder sobrenatural que da vida espiritual a una persona, en respuesta a la fe en Cristo.

2 Corintios 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Es de hecho un cambio radical. Sin embargo, no es que algo el hombre haya hecho. Dios solamente puede hacerlo.
Juan 5:
21 Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida